
Los Sumisos también somos azules, y las capillas del Egeo lo son ... ¿Serán Sumisas?...
Parafraseando a Michel Pastoreau en 'Azul, Historia de un Color' ...
El color azul es difícil de fabricar y manipular, para los romanos, el azul era el color de los bárbaros, del extranjero(los pueblos del Norte, como los germanos, aman el azul). Numerosos testimonios lo afirman: tener los ojos azules para una mujer era un signo de una vida de dudosa reputación. Para los hombres, una traza de ridiculez. Uno puede encontrarse este estado de cosas en el vocabulario: en latín clásico, el léxico que define el azul es impreciso, inestable. Cuando las lenguas romanas forjaron su léxico de colores tuvieron que tomarlas de afuera, de las palabras germánicas(blau) y árabe(azraq). En el caso de los griegos, también. Uno se topa con un vocabulario confuso entre el azul, el gris y el verde. La ausencia del azul en los textos antiguos ha intrigado de tal manera a ciertos filólogos del siglo XIX que éstos llegaron a pensar que los ojos de los griegos no podían percibirlo."El Metileno, el Índigo Americano, o el Pastel Wedgewood son queridos y adorados por los Sumisos, ....
Azulémonos para entrar en la primavera en Sumisa disposición...
QLC